Religión y violencia, el contexto salvadoreño de la muerte de Monseñor Romero

Abstract

Hace 22 años (1980), el asesinato de Monseñor Romero, arzobispo de San Salvador, marcaba el inicio de la etapa más cruenta de la violencia en El Salvador, una guerra civil devastadora que tomó fin solo en 1992. Hasta la fecha no se sabe quiénes asesinaron y quienes mandaron asesinar al prelado; en su tiempo se atribuyó el crimen a la ultra-derecha, pero hoy en día no parece tan seguro. Es que el hombre, cuyo proceso de beatificación sigue en curso en Roma, molestaba a todos los extremistas por su denuncia universal de la violencia; lejos de ser un teólogo de la Revolución, Monseñor Romero, al final de una evolución personal provocada por la marcha de la historia en el Salvador, encamó una opción en la cual la religión no lleva a la violencia.

20 years ago (1980), the murder of archbishop Romero marked the beginning of the last and the most terrible chapter of the violence in Salvador: a civil war that ended only in 1992. To day it is impossible to say if the prelate was murdered by the extreme-right or the extreme-left. That may surprise because the guerrilla used Romero as a revolutionary flag (and that is slowing the process of his beatification now in course in Rome). The reality is that the man was not a theologian of Revolution and his valiant life and death prove that his religion did not drive to violence.

11 a 22 años (1980), l' assassinat de Monseigneur Romero marquait le debut de la tragique guerre civile qui allait dévaster le Salvador jusqu' en 1992. On ne sait toujours pas qui a tué lárcheveque mais il n'est plus affirmé que le crime a été commandité par l'extréme -droite. Tant il est vrai que l'homme génait aussi bien la droite que la gauche, du fait de sa dénonciation inlassable de toutes les violences. Loin d'étre le théologue de la Révolution dont les guerrilleros ont voulu faire leur icone, Mgr Romero incarnait une option ou la religión ne conduisait pas à la violence.