Un divorcio a medias: reforma económica y políticas laborales en España
Fecha de publicación
1995Author
Burgess, Katrina
Aguirre Beltrán, Beatriz
URL del recurso
http://hdl.handle.net/11651/2011Idioma
spa
Acceso
Acceso abierto
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Metadata
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Cuando el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganó por abrumadora mayoría las elecciones generales en octubre de 1982, el resultado fue celebrado como un triunfo para la clase trabajadora española. Fundado por un grupo de impresores en 1879, el partido ha apoyado desde tiempo atrás los intereses de los trabajadores y, durante casi un siglo, ha estado estrechamente asociado a la Unión General de Trabajadores (UGT). A pesar de que para finales de los años setenta se había convertido en un partido moderado, que abarca todo el espectro político y que atrae a las diversas clases sociales, el PSOE continuó basándose fuertemente en el apoyo de los trabajadores y en su campaña de 1982 prometió buscar "el cambio", un programa de políticas industriales expansionistas y de asistencia social, que evocaba los "convenios de la posguerra" llevados a cabo en otras partes de Europa por los partidos respaldados por la clase trabajadora. Aun cuando el PSOE se encontraba comprometido con poner en marcha las reformas necesarias para que España se integrara a la Comunidad Económica Europea (CEE), prometía hacerlo al tiempo que mantenía el poder adquisitivo de los trabajadores y utilizaba la inversión pública para crear 800 000 nuevos empleos, a fin de dar marcha atrás a la tasa de desempleo más alta de Europa Occidental. Pero, al igual que otros partidos respaldados por la clase trabajadora que gobernaron durante la crisis económica de la década de los ochenta, el PSOE se vio fuertemente presionado a romper su compromiso con las políticas expansionistas. Frente a una elevada inflación, sobreproducción industrial y tasas de crecimiento e inversión estancadas, los socialistas abandonaron "el cambio" en favor de un programa orientado hacia el mercado, que incluía devaluación, severas políticas monetarias, reducción del déficit, contracción de salarios, desregulación, liberalización del comercio y la inversión, y reestructuración industrial. Este programa puso al PSOE en una difícil situación política. A diferencia de un partido cuyos seguidores esperan obtener provecho de una reforma orientada hacia el mercado (como el Partido Conservador de Gran Bretaña al mando de Margaret Thatcher), el PSOE estaba imponiendo fuertes sacrificios a sus propios miembros. Y sin hacer a un lado la retórica del PSOE que afirmaba lo contrario, muchos de estos sacrificios representaban un daño permanente para la fuerza de trabajo organizada, en especial para los trabajadores cuyo medio de vida dependía de las industrias tradicionales. Puesto que el PSOE se había apoyado continuamente en el respaldo de los trabajadores para permanecer en el poder, su sobrevivencia política dependía de evitar que este electorado abandonara por completo la coalición, por lo menos hasta que se construyera una base de apoyo alternativa.
Editorial
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Tipo
Artículo
Cita
Burgess, Katrina. "Un divorcio a medias: reforma económica y políticas laborales en España". Política y Gobierno, volumen II, número 2, 2do semestre de 1995, pp 207-242. http://hdl.handle.net/11651/2011Materia
P.S.O.E. (Political party) -- History -- 1982-.