Resumen:
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Para hacer frente a la epidemia de sobrepeso y obesidad por la que actualmente atraviesa el país, el gobierno mexicano, como parte de su Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, recientemente hizo obligatorio el etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas basado en Guías Diarias de Alimentación (GDAs) con el objetivo de “mejorar la información nutrimental de alimentos y bebidas para orientar al consumidor sobre opciones saludables” (Secretaría de Salud 2013, 46). No obstante, organizaciones de la sociedad civil afirman que dicho etiquetado es engañoso y poco claro para los consumidores, por lo que han abogado con fuerza –mas poco sustento empírico relevante para el contexto mexicano– por un etiquetado de tipo semáforo que sea más sencillo de interpretar y que permita tomar mejores decisiones de consumo.
Ante esta discusión, y con el objetivo de generar datos para informar las decisiones de política pública, el presente trabajo se planteó la siguiente pregunta de investigación: ¿existe una diferencia significativa en la calidad de las decisiones derivadas de un etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas basado en Guías Diarias de Alimentación y aquéllas derivadas de un etiquetado frontal de tipo semáforo? Para darle respuesta, se diseñó un instrumento que permitiese comparar ambos tipos de etiquetado y determinar cuál de ellos lleva a decisiones más informadas, sanas y rápidas con base en la información macronutrimental de los productos alimenticios. |