Los engranajes mecánicos de la República Mexicana: de la república de los inventores a la república de la fraternidad. Vida y obra de Juan Nepomuceno Adorno

Abstract

Para comenzar, en este trabajo intentamos poner en entredicho el argumento principal de este consenso: la incapacidad del “utopista” para construir las máquinas que “soñaba”. Este cuestionamiento nos obliga a emprender un diálogo con los presupuestos historiográficos sobre los que han descansado esta opinión, dando origen a una ulterior reflexión. La forma más abreviada de realizar ambos es mostrar, entonces, al personaje en acción, a través del despliegue de su saber-hacer ante los ojos del público de su tiempo. Así recreamos, dentro de su historial inventivo, dos pasajes destacables de su curriculum de máquinas realmente construidas: destacados en la medida en que ellas no sólo se lograron sino que encontraron una aplicación real: su famoso “arado hidráulico” llegó a marcar el inicio de una nueva época en la historia de las obras públicas de la Ciudad de México al comenzar la década de 1860; destacados, asimismo, en la medida en que también le proporcionaron fama y reconocimientos nacional e internacional: caso de su máquina para elaborar cigarros en serie; destacados, por último, en tanto que su construcción involucró distintos niveles de gobierno, instituciones, actores y espacios de desenvolvimiento: prensa, intelectuales, periodistas, viajes, exposiciones universales, nacionales y círculos de discusión, entre otros.