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dc.creatorGómez Galvarriato, Aurora
dc.creatorMusacchio Farias, Aldo
dc.date.issued2007
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11651/1184
dc.description.abstractIn this paper we study the impact that the Mexican Revolution had on Mexico’s economy by looking at the effects of political instability on the public finances and the relationship of the government and its foreign creditors. The predominant view of the economic historiography sustains that political instability had only a short-term effect on growth. We sustain that political instability had more than a short run effect on the government finances because it perpetuated the government’s incapacity to access foreign funds, which could have helped to control the volatile political atmosphere. We argue that not having access to new debt issues was the penalty that induced Mexico’s government to negotiate two agreements to resume payments. We conclude Mexico could not borrow again in international debt markets in the 1920s because the internal political instability hindered its capacity to make regular payments and build a credible commitment with international creditors. This was costly for the country because the government never had the financial capacity to establish law and order, but still ended up diverting resources to fight insurrections, which could have been used to promote growth.
dc.description.abstractEn este trabajo estudiamos el impacto que la Revolución Mexicana tuvo sobre la economía mexicana al analizar los efectos de la inestabilidad política sobre las finanzas públicas y las relaciones entre el gobierno y sus acreedores foráneos. La visión predominante de la historiografía sostiene que la inestabilidad política tuvo sólo efectos de corto plazo sobre el crecimiento. Nosotros argumentamos que dicha inestabilidad tuvo efectos de mayor alcance sobre las finanzas públicas, porque perpetuó la incapacidad del gobierno de acceder a fondos extranejeros, los cuales pudieron ayudar a controlar la volátil atmósfera política. Sostenemos que el no tener la posibilidad de emitir nueva deuda soberana fue la penalización que indujo al gobierno mexicano a negociar dos acuerdos de pagos. Concluimos que México no pudo pedir prestado de nuevo en los mercados internacionales de deuda durante la década de 1920, porque la inestabilidad política interna minó su capacidad para hacer pagos regulares y por lo tanto, construir un acuerdo creíble con sus acreedores extranjeros. Lo anterior fue costoso para el país, porque el gobierno nunca tuvo la capacidad financiera para establecer el orden público, pero aún así terminó devengando recursos para combatir insurrecciones, los cuales pudieron ser usados para promover el crecimiento.
dc.formatapplication/PDF
dc.language.isoeng
dc.publisherCentro de Investigación y Docencia Económicas, División de Economía
dc.relation.ispartofseriesDocumento de trabajo (Centro de Investigación y Docencia Económicas). División de Economía; 409
dc.rightsEl Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C. CIDE autoriza a poner en acceso abierto de conformidad con las licencias CREATIVE COMMONS, aprobadas por el Consejo Académico Administrativo del CIDE, las cuales establecen los parámetros de difusión de las obras con fines no comerciales. Lo anterior sin perjuicio de los derechos morales que corresponden a los autores.
dc.subject.lcshFinance, Public -- Mexico -- History -- 1910-1920.
dc.titlePublic finance, foreign creditors, and the costs of the Mexican Revolution
dc.typeDocumento de trabajo
dc.accessrightsAcceso abierto
dc.recordIdentifier000083511
dc.rights.licenseCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 International CC BY-NC-ND


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