dc.description.abstract | La crisis democrática que se presentó desde 2006 y la intervención, en algunos estados, de los poderes de jure y de facto en la organización de sus elecciones ocasionaron que para 2014 fuera impostergable la reforma constitucional en materia político-electoral. Así, se creó un nuevo andamiaje jurídico e institucional con el cual se sustituyó al Instituto Federal Electoral y a los institutos electorales locales, por el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), respectivamente. Precisamente, el objetivo de esta tesina es analizar la transformación de las autoridades electorales locales y su nuevo diseño institucional hibrido: dependen del INE, pero conservan parte de su autonomía ante los poderes locales; por otra parte, sigue sin homologarse del todo su nuevo marco regulatorio y se ha creado un margen de actuación que puede utilizarse para malas prácticas. De ahí la importancia de evaluar si estos organismos tienen un mejor funcionamiento en comparación con los extintos institutos electorales locales. De no tenerlo, en vez de contribuir a tener una democracia más eficiente y menos costosa –uno de los cinco objetivos de la reforma de 2014−, los OPLES estarían contribuyendo a crear un panorama de incertidumbre jurídica que resulta inadmisible en un Estado de Derecho. |