La diplomacia cultural del México posrevolucionario

Abstract

La relación entre México y Estados Unidos ha sido siempre complicada. La década de 1920 presentó un escenario especialmente difícil para dicha relación bilateral a causa de la entrada en vigor de la Constitución mexicana de 1917. La preocupación por la seguridad de su frontera sur, la pérdida de derechos de propiedad de las empresas estadounidenses y los prejuicios sobre México generaban gran tensión política entre ambos países, la cual ponía el riesgo la consolidación del Estado mexicano y el mantenimiento de una buena relación con los Estados Unidos. Ante una situación de asimetría entre ambos países, “la prioridad de la política exterior de México siempre ha sido la misma: contener en la medida de lo posible la hegemonía de Estados Unidos” (Schiavon 2006, 423-425). Este trabajo identifica a la diplomacia cultural como una forma de contener las tensiones con los Estados Unidos y facilitar las negociaciones de la época. Luego de exponer algunos antecedentes del empleo de estrategias de diplomacia cultural por parte de México en otros países del continente, se exponen acciones concretas enfocadas a la difusión y el impacto político de la cultura mexicana a través de distintos medios, ya fueran intelectuales, programas formativos para extranjeros o la promoción de artistas mexicanos. Tras la aplicación de estrategias de diplomacia cultural, se observan cambios de actitud significativos en actores estadounidenses relevantes y nuevos acercamientos institucionales de parte de Estados Unidos inspirados en la cultura mexicana y el intercambio cultural en general. Finalmente, el estudio, con base en datos históricos, trabajo de archivo y análisis de política exterior entre México y Estados Unidos, muestra una relación entre las estrategias de diplomacia cultural de México durante la década de 1920 y el mejoramiento de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, sobre todo a través de la Embajada de Estados Unidos en México. En un momento de asimetría económica y militar, la diplomacia cultural resulta un recurso considerable como herramienta de contención y negociación internacional para México frente a los Estados Unidos.