Partidos extremos y sistemas electorales de segunda vuelta en elecciones presidenciales de América Latina

Abstract

Este trabajo ahonda en el efecto de los sistemas electorales de segunda vuelta y la polarización en el éxito electoral de los partidos extremos, pues existen dos expectativas teóricas alternativas: un efecto moderador que favorezca a partidos más cercanos al centro ideológico en las votaciones; y que, ante cierta configuración en la distribución ideológica del sistema de partidos, la oferta política más radical pueda ser competitiva frente a los partidos centristas. Las pruebas empíricas realizadas con modelos de regresión logística con términos de interacción, aplicadas a una base de datos sobre elecciones presidenciales en 17 países de América Latina de 1990 a 2018, sugieren que, en presencia de sistemas electorales de segunda vuelta, sistemas de partidos más polarizados impulsan que un partido extremo gane. Asimismo, se observa que las probabilidades de ganar de un partido extremos están moderadas por las percepciones de los niveles de corrupción, pero la evidencia no respalda este efecto con las percepciones positivas sobre la situación económica.

This paper delves into the effect of runoff electoral systems and polarization on the electoral success of extreme parties, since there are two alternative theoretical expectations: a moderating effect that favors parties closer to the ideological center in elections; and that, due to certain configuration in the ideological distribution of the party system, the most radical political offer can be competitive against the centrist parties. Empirical tests carried out with logistic regression models with interaction terms, applied to a database on presidential elections in 17 Latin American countries from 1990 to 2018, suggest that, in the presence of runoff electoral systems, party systems more polarized lead to an extreme party to win. In addition, it is observed that the probabilities of winning of an extreme party are moderated by the perceptions of the levels of corruption, but the evidence does not support this effect with the positive perceptions about the economic situation.