No soy mala persona, solo vendo drogas

Abstract

En México, quien distribuye sustancias ilegalizadas a nivel local recibe el nombre de dealer, cuyo estilo de vida es estereotípicamente descrito como violento y antisocial de acuerdo a las teorías positivistas sobre el crimen. En primera, dado que la venta de drogas es un delito, el etiquetaje de criminal le confiere al sujeto un estatus inferior en el orden social como castigo por representar un riesgo. En segunda, los sujetos dealers en México enfrentan una situación particular en un contexto de narcotráfico, dado que las organizaciones criminales se dedican a otras actividades ilegales además de la venta de drogas. Y aunque estas acusaciones no coincidan con la realidad de todas las personas que distribuyen sustancias ilegalizadas, como parte de las estrategias gubernamentales contra el consumo, los dealers son narrados como sujetos cómplices y participantes del crimen organizado, responsables de la violencia y de amenazar a la seguridad nacional. Esta investigación analiza qué motivaciones tienen algunas personas para distribuir sustancias ilegalizadas y en qué consiste su oficio de dealer. La metodología utilizada es de enfoque cualitativo-descriptivo y se basa en el análisis de diez entrevistas semi-estructuradas, realizadas a personas que realizan su trabajo de distribución en Aguascalientes, Ciudad de México, Guadalajara o Cuernavaca. Se concluye que la venta de drogas puede ser una actividad ilícita no violenta, además de una forma de sortear dificultades económicas y laborales para personas jóvenes, donde algunas personas buscan alternativas para no colaborar con grupos delictivos. En esta actividad las trayectorias de consumo de la persona distribuidora juegan un papel importante. La evidencia permite criticar las prácticas de criminalización hacia los sujetos “dealers” impulsadas por las estrategias gubernamentales, que refuerzan el imaginario de que el delito es una acción completamente anormal y contenida en cierto tipo de sujetos, distorsionando la actividad que algunos sujetos dealers en realidad llevan a cabo y operan como mecanismos de etiquetaje social.