dc.description.abstract | México es un país de migración, sin embargo, movimientos como el retorno permanecen al margen, a pesar de ser una realidad latente. Hoy, la cantidad de mexicanos en retorno representa desafíos tanto para los migrantes como para las comunidades receptoras. En específico, se identifica a los jóvenes de la generación 1.5 (hijos de migrantes que llegaron a Estados Unidos siendo niños y ahora retornan a México) como una población potencialmente vulnerable, en virtud de que regresan a un país que desconocen por completo, a pesar de haber nacido ahí. Además, poco se sabe sobre cómo personas migrantes adquieren bienestar social y pertenencia en sus comunidades. Por ello, esta tesina examina la integración social de los jóvenes de la generación 1.5 para comprender cómo ocurre este proceso. La contribución principal de esta investigación radica en la desagregación de los tipos de relaciones que las personas retornadas establecen con diferentes actores y grupos en la comunidad donde se establecen. La familia, las amistades, la relación con pares retornados y la interacción con miembros de la comunidad local, son los vínculos que condicionan el bienestar de los retornados en la comunidad local. Sobre todo, sobresale la importancia de las interacciones de calidad, como aquellos vínculos que facilitan la consolidación de la integración social. Estas permiten a los retornados espacios primigenios para la socialización, así como establecerse en ambientes seguros para la expresión de su identidad cultural. La incomprensión, en cambio, dificulta la inclusión y refuerza las divisiones. La negociación de la identidad y las interacciones positivas fueron claves para mitigar estigmas, fomentar la participación comunitaria y mejorar la calidad de vida de los retornados. Asimismo, la voluntariedad y la compañía en el retorno también destacan como elementos para explicar la integración social. |