Seguridad pública en los destinos turísticos de México: Acapulco, Mazatlán, Puerto Vallarta y Veracruz como casos de estudio

Abstract

El turismo representa una de las actividades económicas más importantes para México. De acuerdo con datos del INEGI de 2013, el turismo representa el 8.7% del PIB y como industria produce diariamente cerca de 2,954 millones de pesos. Lamentablemente, nuestro país experimentó, de 2008 a 2011, un aumento sostenido en los índices de criminalidad, en específico en la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes. Este aumento en la incidencia delictiva repercutió en un descenso en el porcentaje de ocupación hotelera de algunos destinos. En esta propuesta se analizan los casos de Acapulco, Mazatlán, Puerto Vallarta y Veracruz. La evidencia demuestra que existe un vínculo entre el aumento de la inseguridad y la afectación en los indicadores turísticos. Sin embargo, también ofrece pruebas de que el mercado turístico percibe de manera positiva aquellas variaciones positivas que mejoren la seguridad de los destinos. En suma, existen datos que sostienen que los cambios en los niveles de inseguridad alteran los comportamientos de las personas, en el caso que nos ocupa, de los turistas. La apuesta de nuestros destinos debe ser, por tanto, explorar las vías y mecanismos que permitan modificar conductas para que los potenciales turistas decidan visitar aquellos lugares que en el pasado padecieron un aumento en los niveles de inseguridad y, por tanto, son percibidos como inseguros. La buena noticia es que existen alternativas para revertir la disminución de los indicadores turísticos por causa de la inseguridad e impulsar a los destinos mexicanos.