Economic reform and political support in Mexico: 1988-1997

Abstract

Good economic performance has traditionally been an asset for incumbent politicians. People support their government when the economy is doing well and oppose it when economic conditions decline. A healthy economy is good politics. In periods of economic reform, however, a healthy economy is out of the question. Economic policies usually produce a deterioration of welfare: inflation and unemployment rise and real wages decline. The purpose of this paper then is to explore the relationship between economics and presidential approval in Mexico during the years 1989-1997, when the Mexican economy experienced profound changes in its structure and Mexicans experienced hardships typical of pro-market reform processes. Did Mexicans' responses to these changes follow the pattern of normal economic voting, that is, bad economic performance translates into opposition to the government and its policies ? Or did inter-temporal considerations lead them to accept pain and support the government in exchange for a brighter future? Or did Mexicans blame the previous government for the hard times and rally in support of the new government (exonerating posture)? The analysis of the 1988-1997 period shows that in Mexico support for the President followed a well known pattern: when the economy improves, people support the president, when conditions deteriorate they tum against the president. Rising inflation and unemployment were not seen as a sign that better times were to come but rather that the economic policy was failing. In the period under analysis, price increases made people angry, substantially reducing presidential approval rates and eroding confidence in the success of the anti-inflation plan.

Un buen desempeño económico es un gran activo para cualquier gobernante. Los individuos respaldan a su gobierno cuando la economía crece y le retiran su apoyo cuando las condiciones económicas declinan. Una economía sana siempre ayuda. Sin embargo, en periodos de reforma económica, tener una economía sana resulta imposible. Las políticas económicas generalmente producen un deterioro en el bienestar social: la inflación y el desempleo crecen y los salarios reales bajan. El propósito de este documento es explorar la relación entre la economía y los niveles de aprobación del desempeño del presidente en México durante los años de 1989 a 1997, periodo en el que la economía mexicana experimentó profundos cambios en su estructura y los mexicanos sufrieron las dificultades típicas de un proceso de reformas de mercado. ¿Acaso la respuesta de los mexicanos a estos cambios siguió la lógica normal del voto económico, esto es, que un mal desempeño económico se tradujo en oposición al gobierno y sus políticas? ¿O ciertas consideraciones intertemporales los llevaron a soportar las dificultades y apoyar al gobierno a cambio de un mejor futuro? ¿O acaso los mexicanos culparon al gobierno anterior por la difícil situación económica y le otorgaron su respaldo al actual (posición exoneradora)?. El análisis del periodo 1988-1997 demuestra que en México el apoyo al presidente siguió un patrón conocido: cuando la economía mejora, los ciudadanos apoyan al presidente, cuando las condiciones se deterioran el respaldo desaparece. La inflación y el desempleo crecientes no se perciben como indicio de tiempos mejores sino mas bien como señal de que la política económica no esta siendo exitosa. En el periodo analizado, el incremento en los precios disgustó a la sociedad, reduciendo sustancialmente los índices de aprobación presidencial y erosionando la confianza en el programa antiinflacionario.